Somos… 4 y una duendecilla
Nos conocimos en The Barbees, el único coro femenino de música barbershop en Madrid y tricampeón de España. Nuestra pasión por este tipo de música nos empujó a vivirlo en estado puro y formamos 4×4. Desde entonces, nuestro cuarteto se ha convertido en un espacio de complicidad, diversión y buena música que nos hace vivir momentos inolvidables, momentos que nos gustaría compartir contigo. ¿Te apetece conocernos un poco más?
Laura es la Baja de 4×4
Nacida en Londres, siempre ha mantenido un vínculo muy especial con esta ciudad, por lo que no es casualidad que se especializase en Filología inglesa. Profesora por vocación y aprendiz por convicción, Laura disfruta de cantar, conversar, leer, cocinar y caminar. Le enamoran la generosidad y las personas que mantienen su candor con el paso de los años.
Igual que su voz, Laura es acogedora, profunda y risueña, por lo que siempre llena los ensayos con emoción, risas y unas meriendas estupendas. Le gustaría eliminar los fanatismos y perderse en un valle alpino entre montañas nevadas. Le encantan el color verde de las hojas de los árboles y la magia de algunos acordes de Say a Little Prayer.
Cuando repasa su día antes de dormirse, le gusta inspirarse en la frase: “Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar, pero también para sentarse y escuchar”. ¿Y para cantar en 4×4?
Carmen es la Lead de 4×4
Es ingeniera de Teleco y militante del Marketing, profesiones que ha desarrollado con la fuerte convicción de que la tecnología y la comunicación tienen el poder de transformar el mundo, igual que la música.
Madrileña castiza, Carmen es innovadora, tenaz y sensible. Cree firmemente en el poder de los pequeños detalles y piensa que el sentido del humor es una cosa muy seria. Su mayor deseo es eliminar la violencia del mundo, sin embargo, sus superhéroes son las personas que sonríen en el metro a las 8 de la mañana.
Le gusta el pan de centeno y su color favorito es el azul intenso del cielo que da paso a la noche. Pero su gran pasión es la música y, además de cantar, toca la guitarra. Es fácil que le brillen los ojos al decir que “la felicidad debe parecerse a lo que soy cuando canto con mis chicas de 4×4″.
Cristina es la Tenora de 4×4
Nació en Mallorca donde se encuentra su lugar favorito: la calita donde iba de pequeña a escuchar el mar y las gaviotas. En su afán por resolver problemas, estudió ingeniería de Telecomunicaciones, aunque siempre quiso ser música.
Cristina es espontánea, vital y determinada. Sus grandes pasiones son la naturaleza en estado puro y la música: nunca se cansa de cantar o de escuchar canciones como Crime of the Century o Shine on you, Crazy Diamond. Piensa que la felicidad es sentirse bien con una misma y vive cada día como un auténtico regalo. Su lema es “No hagas a los demás lo que no quieras para ti”. Admira a las personas que dan sin esperar recibir nada a cambio y se inspira en la gente de buen corazón.
Le encanta comer canelones y su color favorito es el azul cielo brillante, ese mismo brillo de su voz que añade en cada acorde que canta 4×4.
Patricia es la Bari de 4×4
En su empeño incansable por saber cómo funciona el mundo estudió Matemáticas, Física y Filosofía, hasta convertirse en una experta en Mecánica Cuántica. También es música, pianista y la única arreglista española de música barbershop (que sepamos).
Madrileña de origen, Patricia guarda un recuerdo muy especial de Bristol, donde estudió y despertó a la vida. Su color favorito es el de la ciruela roja y le encanta el olor a canela y a pan. Es optimista, resolutiva y extrovertida, se revuelve con la injusticia y define la felicidad como lo que vive cada día. Por la mañana, después de apagar el despertador por tercera vez, se llena de vitalidad con porridge (sí, porridge).
Aunque no le importaría perderse en cualquier ciudad llena de gente desconocida, su lugar favorito es su casa donde se dedica a leer, cantar, cocinar, cantar, escuchar a Mendelssohn o Bach, seguir cantando y ensayar con 4×4 entre risas, armonía y ricos bizcochos.
La duendecilla de 4×4
No se puede ver, ni tocar, ni oler, pero se hace muy presente con su voz increíblemente aguda y potente. En el mundo barbershop se la conoce como «overtone», pero a nosotras nos gusta llamarla «duendecilla». Y, aunque su tono no es humano, suena con mucha naturalidad ya que su voz es la suma de los armónicos de nuestras voces cuando cantamos determinados acordes. Si la afinación del cuarteto es perfecta, nuestra duendecilla se emociona mucho y puede cantar hasta 4 voces ella solita. El resultado es un sonido expandido y envolvente con gran riqueza armónica.
La duendecilla de 4×4 es cautivadora, vibrante y exigente. Lo que más le divierte es poner la piel de gallina al público mientras que a nosotras nos abraza con su sonido alucinante hasta hacernos estremecer.
Sin nuestra duendecilla no seríamos un cuarteto barbershop. Sin ella no estaríamos enamoradas de este tipo de música. Por eso, la mimamos especialmente en nuestros ensayos y actuaciones.