Una actuación inolvidable de la que nos llevamos muchos regalos: disfrutar de nuestras Barbees, presumir de cantar el primer arreglo que hizo nuestra «bari» Patricia para 4×4, sentir la magia de «Songbird» en cada uno de sus acordes y… un aplauso interminable.  ¿Qué más se le puede pedir a un Concierto?